Experiencias reales

Amparo Reyes

"Aprendamos a aceptarnos y amarnos así como somos, porque después de todo nuestro peor crítico somos nosotros mismos."

Hola me llamo Amparo Reyes, tengo 21 años y luche contra los trastornos alimenticios durante casi 6 años, hoy en día puedo decir que estoy rehabilitada.

La verdad no sé por donde comenzar. La mente empieza a enloquecer en lo más profundo de los sentimientos. Uno se ahoga en pensamientos, es como sentirse derrotado y vació. Fue una tremenda angustia: Mientras una balanza era una adición y las pastillas(laxantes) eran la única salida para satisfacer.

Era todo muy confuso: en un momento, solo en un momento, podía ver la realidad y después volvía a caer en esa imagen de mí que nunca estuvo. Fue un camino lleno de luchas conmigo misma y con los que me rodeaban.


El año pasado, en el 2014, empecé a tener ataques de pánico que cada vez eran peores,

Un día me llevaron al hospital, si mal no recuerdo fue en julio, me pesaron y me hicieron análisis, Llegue a pesar 37 kilos, Ese día decidían si me internaban o no, Por suerte mi cuerpo estaba funcionando correctamente por más de que mi peso era muy bajo. Como funcionaba bien mi organismo, decidieron no internarme, Empecé con tratamientos y deje de ir a la escuela, Hice trabajos desde mi casa con la ayuda de mi mama, y comencé a comer. Pero eso lamentablemente no duro mucho, la enfermedad es engañosa y hay que tomar cuidado para no mentirnos a nosotros mismos. Volví a obsesionarme, ya no soportaba nada, no soportaba verme en fotos y tampoco en el espejo, no soportaba sentir mi panza al sentarme, no soportaba mis brazos, en fin ya no soportaba nada en mí ni en este mundo. Mis pensamientos con respecto al suicidio eran constantes, y mi odio hacia mí era más y más grande.

Empecé a consumir pastillas psiquiatras de más, hasta perder el control, empecé a cortarme porque sentía que al hacerlo me tranquilizaba, era una manera de descargar el odio que sentía, en un momento se me fue todo de las manos, era un momento de desesperación.

Resulta que mi mama me había regalado una remera que tapaba la mitad de mis brazos, y ella en ese momento aún no sabía de mis cortes, entonces me desespere, Salí de control, ya no podía pensar correctamente en ese momento, Salí de mi cuarto y le dije: mami, me voy a ver con una amiga y después vengo y te muestro como me queda la remera, y ella me contesto: bueno, pero recién llegas y yo le dije: si, pero prometo volver pronto.

Me fui con mi cartera, llevaba un papel, una lapicera, cigarrillos, un cortante, y dos cajas de pastillas. Me fui a una galería y empecé a escribir mi carta de despedida e disculpas, después de haberla terminado hice muchas cosas que no debí haber hecho, una parte de mí no quería morir realmente y otra sí, pero gano la parte en la cual no quería morir. Caminé hasta el hospital y mientras caminaba tome pastillas hasta no poder más, llegué casi arrastrándome, me acerqué a la ventanita y la médica me miro y me pidió mi DNI para que se lo dictara, me miro nuevamente y de inmediato ya estaba en la sala, me acostaron y me pusieron suero, estuve dormida durante 7 horas cuando desperté estaba mi mama hablando con la médica y mi hermana observándome.

Lo único que podía decir era perdón, llamaron un taxi y me llevaron hasta el auto, llegué y me dormí hasta la mañana siguiente, recuerdo mi mama sentada en la punta de la cama y me dijo sabias que te podías haber muerto? Y le conteste sí.

Después de ese día pensé que quería hacer con mi vida realmente y decidí internarme, en realidad desde hace bastante me daba cuenta que sola no podía, pero a mi familia le costaba el hecho de aceptar que era mejor ser internada, pero después de lo que paso, mi mama también pensó que era lo mejor.

Bueno. Empecé con entrevistas, hasta que me interne, fue muy difícil, me costó muchísimo. No podría decir que me adapte a vivir ahí, mucha gente siente que es su casa, pero yo nunca lo pude sentir como mi hogar, pero si me ayudo a curarme, y en eso estoy muy agradecida igual que mi familia.

En un momento del tratamiento empecé con ataque de pánico nuevamente que se empezaron a hacer ataques histéricos. Que es eso? Pues me enteré hace un par de meses lo que se significaba.

Acá les dejo lo que se significa:

Suelen aparecer síntomas asociados de cualquier tipo, pero son exagerados y pintorescos. Imitan enfermedades, por lo que pueden dar lugar a confusiones.

El gran ataque histérico es una tempestad de movimientos con una teatralidad suprema, en que el paciente grita, se revuelca en el suelo, se desgarra las ropas, araña o golpea de modo incoordinado y no específicamente intencional a los que intentan sujetarle, alterna movimientos de contracción tónica generalizada, en los cuales se tiende a mover en semicírculo sobre la nuca y los talones, con otros movimientos y espasmos desordenados e intermitentes que recuerdan un ataque epiléptico. Lo que caracteriza al histérico de otras patologías es que éste sufre las crisis tras un disgusto o contrariedad.

Después de eso decidieron sacarme de rehabilitación porque ya no me ayudaba y hacía unos meses atrás también me habían sacado del sistema que es la forma en la que se comunican en el tratamiento, pero más que ayudarme ya me estresaba y me angustiaba mucho, era como que me sentía asustada, lo único que quería era otra oportunidad, necesitaba mi casa y necesitaba mucho a mi familia.

Y acá estoy bien y feliz, tuve mi primer trabajo en una repostería, voy los domingos a trabajar como voluntaria a la perrera, sigo haciendo fotografías de todo lo que me inspire, y esta vez salgo a la calle, respiro aire puro y me junto con amigos y comparto con mi familia, también estoy terminando de sacar mis materias de la escuela que me quedan 4.

Y voy al psicólogo cada 15 días.

Les cuento que fue un camino muy difícil y agotador, pero aprendí que lo difícil no significa que sea imposible, Cada día es una lucha, es un día más de vida ¡Agradece cada día lo que tienes y valóralo. Y hoy estoy decidida a contar mi historia todas las veces que sea necesario, porque pienso que cada historia puede ayudar a alguien.

Antes de despedirme quiero decirle a cada uno de ustedes que la perfección no existe. Todos estamos llenos de imperfecciones pero eso es lo que nos hace realmente perfectos y únicos. Cada uno es distinto y hermoso a su manera, Jamás dejen que alguien le diga lo contrario. Basta de estereotipos, aprendamos a aceptarnos y amarnos así como somos, porque después de todo nuestro peor crítico somos nosotros mismos.

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